El contraataque es la magia del fútbol, esa maquinaria de reloj perfecta que todo entrenador quiere para su equipo. Un gol conseguido en un contraataque pone de manifiesto el engranaje pulido a base de entrenamiento de una plantilla: la coordinación entre velocidad, la exquisitez técnica y la culminación táctica que finaliza en un gol magistral para tu equipo.
Imagínate que te estás jugando una final. Más concretamente, si tu equipo gana se clasifica para jugar el playoff final de la Championship inglesa. Estás en el partido de vuelta, en casa, y tu equipo perdió en el partido de ida por 1-0.
Y, puestos a imaginar, piensa que el partido se encuentra en el periodo de descuento de la segunda parte. El marcador va 2-1 a favor de tu equipo, por lo que entre los dos partidos, el marcador final es 2-2.
Pero, como te dije al principio, el contraataque es la magia del fútbol y el fútbol es puro arte, la quintaesencia sublime que para los relojes cuando se consigue un gol genial y los corazones de todos los espectadores palpitan al unísono conformando una sinfonía de taquicardias a punto de estallar en cien mil pedazos.
Las imágenes valen más que un millón de palabras, por lo que voy a dejar de enrollarme y te voy a dejar ver lo que sucede en este video. Si tu corazón se pone a mil es que te ha gustado.
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